La popular banda norteamericana, 30 Seconds To Mars, se presentó este viernes por la noche en el Yacht y Golf Club. Repasaron temas de sus últimos dos discos ante una multitudinaria audiencia pop rock.
Por José Biancotti | jbiancotti@uhora.com.py
Jack White dijo una vez en una entrevista con la Rolling Stone que una de las cosas que detestaba del público europeo era que le prestaban mucha más atención a sus teléfonos que a su show. Él es solo una voz del montón de músicos que se molestan con este tipo de actitudes.
Pero Jared Leto es diferente: el cantante hace gala de su amor por la tecnología durante sus conciertos y se presta a seguir la corriente de esta generación adicta al Instagram y el Snapchat. Prueba de ello fueron varios momentos del show que ofreció el viernes por la noche, en el Yacht y Golf Club, ante un público que superaba las 4.000 personas.
La banda sube después de las 21.30. Suena el tema estrella de Love Lust and Faith: "Up in the Air". Jared se pasea por el escenario y las fanáticas gritan por tenerlo cerca un momento. "Quiero que me embaraces", dice una joven del VIP. Una parte del público levanta los brazos, smartphone en mano, y comienza a registrar el show: un paisaje hedonista para el recuerdo.
"Todos van a saltar tan alto que van a tocar las estrellas", dice el cantante mientras toca "Search and Destroy", en donde no vemos solos poco convencionales pero sí escuchamos líneas de bajo interesantes. "Hagan algo de ruido", dice en otro momento.
Al final de "This is War", grandes globos de colores rebotan sobre el público. Este es un bello recurso que la banda acostumbra montar en sus shows.
- ¿Cómo están? Yo estoy muy enfermo -dice el cantante. Son las 22.00 y una fan le lanza un sapo de peluche que se pone encima de su espalda. -¿Alguien quiere venir acá al escenario? -pregunta. Y nadie se lo niega. Sus seguidoras buscan captarlo desde todos los ángulos.
En otro momento llega "Kings And Queens", una de las más coreadas de la noche. Esta canción se incluye en This is War (2009), un disco conceptual con videos incluso más producidos que los del segundo cd "A Beautiful Lie", que es quizá la obra más resaltante del 30 STM alternativo.
Jared camina sosegado con su Gibson. Es interactivo y su figura es una sombra estática por momentos. Las luces se apagan y luego vuelven a encenderse. El cantante recorre el escenario para satisfacer a todas sus seguidoras. Es innegable el carisma de su puesta en escena, combinada con los excelentes juegos de luces. "Qué bello país", dice al final de la canción, y al voltearse levanta del suelo el sostén de una chica del VIP. La euforia se desata cuando invita a una joven al escenario. Ambos se abrazan y ella comienza a fotografiarlo en sus narices. Las fans abuchean el gesto. Otras graban todo lo que ocurre y envían el audio a sus amigos en línea en el whatsapp.
El concierto continúa con "Do or die". El cantante se abre paso con una bandera paraguaya. Minutos después, el guitarrista, Tomo Miličević, se destaca interpretando la percusión de "City Of Angels". Pero Jared vuelve a ser el centro de atención en "End of all days", donde al momento en que debería decir "destruction is his game" dice "seduction is my game", agarrando sus partes íntimas.
Shannon Leto se presenta en el pop stage con un solo de percusión. Su hermano vuelve minutos después con una guitarra acústica para interpretar "Hurricane". Invita luego a todo el público a que forme parte de un video que desea postear en Instagram. Los guía cantando "The Kill". Y los felicita luego de dos intentos. Publica su video desde su teléfono y continúa el show con "Bright Lights".
Jared deja subir a algunos fans al escenario: un gran oso panda y otros jóvenes inquietos se ubican con notable presión del personal de seguridad, que los retiene para que ni siquiera intenten acercarse al cantante. Se oye un cover instrumental de "Enter Sandman", de Metallica.
El show culmina poco después de las 23.00, sin encore ni sorpresas rítimicas. Se escucha: "Closer to the edge", una canción existencial del 2010 que habla sobre los deseos de sobreponerse a los lamentos que persiguen a las personas.
La banda presentó una nueva faceta pop que se adapta a tiempos en donde al parecer los teléfonos inteligentes son más importantes que el músico en escena. En este caso, tres músicos. Recordemos que 30 Seconds To Mars no es el proyecto solista de un actor ganador del Oscar.
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